Noticias

Entrevista Dr. Mario Calvo

By Febrero 24, 2020 Marzo 29th, 2020 No Comments

El hanta se ha conseguido poner como tema en la mente de las personas, sin embargo, cada vez voy sintiendo más que el problema que tenemos es la forma de vida a la que está expuesta a mucha gente

Dr. Mario Calvo

¿Desde cuando trabajas en hantavirus?

Estoy trabajando con Hanta desde el 2003, pero mi primer caso lo vi en 1995, cuando yo era interno y mandamos la muestra del primer caso. Cuando estaba haciendo mi pasada en Pto. Montt, llegó una paciente con una cosa rara y justo habia sido el brote del Bolsón, entonces con mi jefe de Pto. Montt mandamos las muestras, cuando no había ningún caso descrito en Chile.Cuando los pacientes tienen hanta, tienen miedo. Pero más miedo lo tienen sus familias.Se les nota el pavor, que en las familias se percibe, se siente fuerte.

¿Tratamiento o Prevención?

Con respecto a los tratamientos, lo que se está haciendo en intensivo ha sido muy interesante y hemos agregado unos puntos más para los pacientes, pero cada vez voy sintiendo más que el problema que tenemos es la forma de vida que a la que está expuesta a mucha gente. Los turistas por ej, es poco lo que podemos hacer, porque es difícil que prevengan. Cuando la gente está en turismo generalmente no protege mucho, y quizás lo que más hacen en Santiago es en la clínica. Pero acá en el sur yo veo gente que vive en condiciones de vida que no serían las más apropiadas. Por ej, uno de los últimos casos fue un grupo de inquilinos que tenían cerca este pastizal que crece donde se desarrollan los ratones, las condiciones de las casas donde vivían no eran buenas, al caballero lo tenían contratado y ni siquiera le pagaban imposiciones, entonces uno ve también que hay condiciones de vida que permiten eso.En Corral, por ejemplo, tenemos un brote cada cinco años, cuando se deja de cortar el pasto en la común. Entonces uno se da cuenta que ante todo hay factores sociales. Tenemos un segundo caso hace varios años, en el mismo bosquecito que cortaban madera, o sea no hubo ninguna preocupación de quienes estaban a cargo de eso para prevenir otro caso. Entonces, claro, hay distintas cosas, está el que andaba turisteando y le pasó una situación, pero hay otras cosas que se están facilitando por los estilos de vida.

¿Cuánto saben las personas sobre el hantavirus?

Nosotros hicimos una encuesta hace tiempo a unos alumnos y la verdad es que la gente no logra interiorizar lo que se le enseña sobre hanta, a pesar de que ha tenido acceso a la información. Lo omite o no lo entiende. Hicimos una encuesta de conocimientos de hanta y vimos que el conocimiento era muy poco y cuando uno miraba respecta a quién sabía más, si vivía en zonas de riesgo, si había tenido acceso a grupos comunitarios, lo que sea, las personas que más sabían al final, eran las que tenían mayor nivel educacional. Quizás sea mejor que incentivemos mejor ciertas conductas de cómo hacer las cosas y enseñarles a las personas a hacer las cosas, más que el concepto de qué es lo que las previene al hanta. Por ej, que a la persona se le enseñe cómo tiene que cortar la leña en el bosque, a la gente que tiene trabajo, cómo tiene que tener la casa hecha, pero que casi se vaya para allá. Muy asistencial, tendría que ser muy caro eso”. Los pacientes llegan y les preguntan “¿alguna vez estuvo expuesto de riesgo?” y te dice “sí, mire, hace ocho días atrás yo hice esto”. Es lo mismo que pasa con los pacientes que se infectaron por transmisión persona-persona. La impresión que yo tengo es el sesgo de que veo los que no lo hicieron, pero está todo el sesgo de la gente que sabía que estaba en riesgo y lo omitió igual. El hanta se ha conseguido poner como tema en la mente de las personas.

¿Cómo ha sido tu experiencia con los pacientes que sobreviven?

Mi experiencia con los pacientes que han sobrevivido ha sido muy buena. Quedan muy agradecidos y muy dispuestos a todo lo que uno pueda necesitar en el futuro. Con los que fallecen la experiencia es bastante poca, porque generalemnte fallecen bien rápido, uno no alcanza a crear nexos con la familia, pero igual cuesta mucho que la familia lo entienda. Esta es una enfermedad que rara vez se diagnostica en la primera consulta acá en el sur, porque viene mezclado con un montón de pacientes con fiebre. Entonces generalmente están bastante resentidos de que muchas veces sintieron de que se pudo haber hecho algo si se hubieran diagnosticado antes.

¿Qué nos queda por hacer respecto a esta enfermedad?

“Yo creo que una cosa que podríamos hacer es que tenemos que asegurarnos de buscar de que todos los sectores periurbanos que han tenidos casos, tengan los pastos cortados. Y eso no lo vamos a lograr que lo haga la gente, lo va a tener que hacer el Estado. Y en ese sentido hay que vigilar las condiciones de los trabajadores y a dónde están expuestos, y eso tendría que hacerse a través de las mutuales o similares. Eso para los que son trabajadores. Para los turistas es más difícil, porque deberían hacerlo ellos”. “Pero yo creo que hay que cambiar el enfoque porque si uno revisa, estadísticamente la mortalidad dicen que tiene una tendencia a disminuir, eso es verdad, pero lo que no hemos disminuido nada son los casos de números al año, que en general va variando, pero se mantiene relativamente parejo”.